DÍA DEL CINE MEXICANO 2025
UNA CELEBRACIÓN QUE UNE PANTALLAS, TERRITORIOS Y VOCES
CINE
Revista de Arte
8/14/20253 min read


El próximo 15 de agosto, México volverá a encender sus proyectores para celebrar el Día del Cine Mexicano, una fecha que desde hace años se ha convertido en un homenaje a la diversidad, el talento y la memoria de nuestra cinematografía. Este 2025, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y en colaboración con la Cineteca Nacional México, ha preparado una programación sin precedentes que refleja la amplitud de historias y perspectivas que hoy habitan nuestras pantallas.
La edición de este año propone un recorrido cinematográfico que reúne 20 películas —diez largometrajes y diez cortometrajes— seleccionadas por programadores de diez espacios independientes de ocho estados, beneficiados por el Programa Fomento al Cine Mexicano (FOCINE) 2024. Entre ellos se encuentran Cine Triciclo Ambulante en la Estación y Kinoki en comunidades (Chiapas), CINEMAUNDER (Estado de México), Cine Mayahuel y Cineka (Jalisco), Nayarlab (Nayarit), Cine en el Parque Monterrey (Nuevo León), Cine Raíces (Sonora), Combiscopio Comunitario (Veracruz) y Cinema Toh (Yucatán).
Cada sede eligió un cortometraje y un largometraje, conformando una cartelera especial que viajará por 26 entidades de la República, desde Aguascalientes hasta Zacatecas, sumando 316 funciones dentro del circuito de exhibición independiente.
Entre los cortometrajes destacan:
Linaje o la desaparición de los Reyes (2024), de Ibrahim Bañuelos
Bajudh (2023), de Carlos Matienzo Serment
Memoria de un cuerpo desplazado (2024), de Mariana Mendivil
Teatro Jarillas: Un sueño cumplido (2025), de Eliana Gilet y Axel Hernández
Patrona (2023), de Fanie Soto
Huachinango rojo (2023), de Cinthya Toledo
El alma de los cerros (2023), de Itzel Yuleymi Ruiz Fuentes
La certeza. Historias para no olvidar (2024), de Yolliztli Ruiz
La piñata (2020), de Verónica Ramírez
Vientre de luna (2024), de Liliana K’an
Los largometrajes abarcan ficciones, documentales y propuestas híbridas, como:
Zapata: la tierra es de quien la compra (2023), de Arturo Montero
Corazón de mezquite (2019), de Ana Laura Calderón
Marino y los auténticos (2024), de Cristóbal Jasso
Un día sin mexicanos (2004), de Sergio Arau
Río de Sapos (2024), de Juan Carlos Núñez
Negra (2020), de Medhin Tewolde Serrano
El reino de Dios (2022), de Claudia Sainte-Luce
La Montaña (2023), de Diego Osorno
La falla (2024), de Alana Simões
Binnigula’sa’: Los antiguos zapotecas (2024), de Jorge Ángel Pérez
La programación no se limitará a las salas. 75 puntos de exhibición —incluidas las tres sedes de la Cineteca Nacional: México, de las Artes y Chapultepec— se sumarán a una estrategia de difusión multiplataforma que contempla 365 transmisiones en 30 televisoras, siete de ellas de alcance nacional (como Canal 22, Canal Once y Canal 14), y 23 televisoras estatales.
Además, todas las películas estarán disponibles de manera gratuita en la plataforma en línea Nuestro Cine (nuestrocine.mx) y, gracias a la colaboración con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la celebración traspasará fronteras mediante funciones en embajadas y consulados, así como en la plataforma internacional Retina Latina (retinalatina.org) del 15 de agosto al 30 de septiembre.
Del 15 al 21 de agosto, la Cineteca Nacional Chapultepec sumará una programación de 29 largometrajes y 4 cortometrajes que recorrerán la historia del cine mexicano. Todas las funciones serán gratuitas, reafirmando su compromiso con el acceso democrático a la cultura.
En paralelo, inaugurará la exposición “El cine invisible”, un homenaje a quienes trabajan fuera del foco: maquillistas, sonidistas, operadores de cámara, vestuaristas y demás oficios esenciales para la producción cinematográfica. La muestra, que incluye 40 fotografías de gran formato y equipo de los Estudios Churubusco, podrá visitarse durante todo el segundo semestre de 2025 en los espacios comunes de la Cineteca Chapultepec.
Este Día del Cine Mexicano no solo es una fiesta para las salas, sino un acto de tejido cultural que une territorios, instituciones, creadores y públicos. Desde comunidades rurales hasta plataformas digitales, las películas seleccionadas muestran un mosaico de realidades que nos recuerdan que el cine es, más que un entretenimiento, un espejo donde se proyecta nuestra memoria colectiva y nuestras aspiraciones.

