CYBERLEMON
HYNEK MARTINEC Y LA CONCIENCIA FRAGMENTADA EN LA ERA DIGITAL
PLÁSTICA
Revista de Arte
8/12/20253 min read
En su primera exposición individual en Praga desde 2018, el pintor checo Hynek Martinec presenta CYBERLEMON, un conjunto de obras que funciona como un espejo distorsionado del presente. Martinec, residente en Londres desde hace más de 17 años, canaliza en esta serie la tensión entre la herencia cultural de Occidente y la velocidad vertiginosa de un mundo globalizado, tecnológicamente hiperconectado y socialmente polarizado. La exposición se erige como una pregunta abierta: ¿Dónde estamos ahora? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
El recorrido conceptual de CYBERLEMON traza una línea imaginaria desde el Mediterráneo antiguo —epicentro de la filosofía griega, el poderío romano y los cimientos de la tradición artística europea— hasta el presente, marcado por la inteligencia artificial, el consumo digital y la fragmentación social.
Martinec construye este puente histórico no como una cronología lineal, sino como un mosaico de referencias: ruinas clásicas, retratos barrocos, iconografía contemporánea y objetos de la cultura pop conviven en composiciones que son, al mismo tiempo, homenajes y cuestionamientos.
Si bien sus obras han sido descritas como hiperrealistas o fotorrealistas, Martinec excede esas etiquetas. Su técnica, de raíz realista, se alimenta de múltiples fuentes visuales que combina y recontextualiza mediante yuxtaposiciones insólitas, alteraciones de escala y desplazamientos temporales.
Escultura griega y romana antigua, como símbolo de armonía y proporción.
Pintura barroca de maestros como Rubens y Tiziano, donde el dramatismo cromático y compositivo se filtra en un presente irónico.
Bodegones holandeses, con su precisión casi científica y su carga simbólica.
Arte contemporáneo, ejemplificado por la calavera de diamantes de Damien Hirst, ícono de la mercantilización de la muerte.
Tecnología actual, con la presencia del Tesla Cybertruck como emblema de diseño futurista y consumo aspiracional.
El limón como símbolo neutral y transversal
El motivo recurrente del limón —presente en muchas de las pinturas— es uno de los hilos más sugestivos de la exposición.
Históricamente, el limón en la pintura europea ha simbolizado tanto la riqueza y el exotismo (en el Siglo de Oro era un fruto de lujo) como la fugacidad de la vida, al ser susceptible de pudrirse rápidamente.
En CYBERLEMON, Martinec adopta el limón como: Elemento histórico: portador de resonancias pictóricas y culturales. Objeto “neutral”: libre de las connotaciones ideológicas que marcan los debates actuales sobre identidad y política cultural. Punto de anclaje: un elemento natural que resiste, en su sencillez, el ruido mediático y la sobrecarga simbólica del presente.
La propuesta de Martinec no es meramente formalista. Sus composiciones, aunque técnicamente virtuosas, están atravesadas por una lectura crítica:
Fragmentación social: sus escenas superponen elementos de distintas épocas, como metáfora visual de un mundo donde pasado y presente se confunden y se diluyen.
Colisión de ideologías: en un entorno polarizado, las obras muestran que la cultura nunca ha sido un espacio “puro”, sino un territorio de tensión y mestizaje.
Tecnología como nuevo mito: el Cybertruck o las referencias a la IA se presentan como equivalentes modernos de los símbolos heroicos de la Antigüedad.
CYBERLEMON es, más que una exposición, un ensayo visual sobre la conciencia humana en tiempos de cambio acelerado. Hynek Martinec nos recuerda que, aunque el arte puede nutrirse de la tecnología, la tradición y la historia siguen siendo su materia prima. El limón, modesto y atemporal, se convierte aquí en un signo de resistencia silenciosa frente al vértigo de la modernidad.
En un mundo saturado de imágenes fugaces, Martinec ofrece una pintura que exige atención, contemplación y una reflexión sobre las rutas —reales o imaginadas— que nos han traído hasta este punto.





