ADRIÁN S. BARÁ: WE PASS TOO QUICKLY THROUGH THIS PLACE OF BIRTH AND DEATH

Por Natalia Viera Salgado – Curadora

“Pasamos demasiado deprisa por este lugar de nacimiento y muerte”

 Es la primera exhibición individual de Adrián S. Bará en PEANA. La frase se inspira en el libro The Emperor of Poetry traducido de Conquered Nations por Chen Dondong

En este cuerpo de obra Bará explora temas del cuerpo, la ciudad, y sus relaciones con la arquitectura y la materia. De la misma forma utiliza materiales cotidianos y encontrados como madera, cartón, papeles de periódico y tablaroca, entre otros, que cuestionan críticamente las estructuras arquitectónicas y nuestras relaciones con ellas.

Se utilizan planchas de yeso y cartón para hacer referencia al constante proceso de transformación de su entorno que toma lugar cerca a su estudio de Dumbo, Brooklyn. En la la instalación Lo real es aquello a lo que hay que, que se encuentra en el centro de la sala de exhibición, se ven las tensiones entre lo material y lo concreto aludiendo a las relaciones de labor y trabajo, un aspecto de sumo interés en la obra del artista. Trabajando con material descartado en una de las ciudades que más desperdicios produce, Bará confronta y da visibilidad los cuerpos que hacen este tipo de trabajo de construcción pero a su vez la facilidad con la que se descartan estas estructuras y materiales. Históricamente, el diseño en su modernidad se ha centrado en lo llamativo de estas figuras a través del intelecto y la vista y a su vez se ha desvinculado al cuerpo y otros sentidos. La violencia que se produce a través de la arquitectura y las ciudades contemporáneas puede entenderse como consecuencia de la negligencia hacia el cuerpo y los sentidos.

Two towers, 2021 son dos torres de edificios con soporte propio y hechas en cartón, representan la experiencia transformativa de la ciudad y hacen referencia a un imaginario de estructuras temporales situadas y destinadas al constante cambio. En las pinturas Poems to The Unknown, 2022-2023 se muestra de manera poética la tensión que existe entre los materiales industriales que estandarizan y encapsulan a las sociedades. Mientras se producen estas obras, suceden dos cosas; la presencia y la liberación del cuerpo a través de los trazos de pintura y la presencia del tiempo con la materia orgánica, en este caso naranjas. Esta exploración surge luego de una residencia artística en Kinosaito, Verplanck, NY, en la cual Bará comienza a explorar y experimentar con acuarela y sus posibilidades más allá de los parámetros que este medio normalmente permite. En palabras propias del artista: “Pintar es como hacer música; trabajas con notas específicas. Estas notas son universales, pero una vez que las tocas, se convierten en únicas. Se produce una especie revelación ya que el agua como ente escurridizo encuentra su propio curso y siempre encuentra su propio camino.”

En la obra de Bará se suelen encontrar objetos o partes en un estado fragmentado o en proceso de descomposición, donde casi siempre falta una parte y hay algo suspendido a punto del colapso. Para Bará son estructuras que se ocupan de la ausencia, el vacío o las que generan fuerzas, tensiones y potencialidad. Este intercambio fenomenológico sugiere que en el cuerpo también haya un cierto nivel de modificaciones creando una relación de sujeto y objeto. De acuerdo al artista, el acto de incorporar naranjas en la exhibición son también referencias a las ideas escritas por el filósofo y teórico Vilém Flusser en las que plantea que la soledad del humano es el resultado de la conciencia de su propia mortalidad. El filósofo también entendía que la humanidad se enfrentaba a una revolución en el conocimiento al interseccionar la política, la ética y el arte. Para Flusser, la razón fundamental de la soledad del ser humano es el conocimiento de su propia muerte, a la que tendrá que enfrentarse solo. Esta soledad absoluta en la muerte acompaña en cada momento al ser humano y siempre está presente. De esta manera, la obra de Bará entabla una confrontación con uno mismo. La presencia y estado de estos objetos tiende a ser un recordatorio que es constantemente cambiante, sujeto a cuestionamientos, de modo que no existe una estructura completa o final. Cualquier tipo de forma finalizada induce una sensación de muerte y, en consecuencia, el proceso de su restauración surge como una necesidad de perpetuar la forma a través de su memoria del tiempo

Todos estos intercambios se activan para Bará al hacer instalaciones de sitio específico y dejándose llevar por el material. Este gesto obliga al espectador a tener una gran capacidad de adaptación al espacio y sus objetos y esta interacción influye en la toma de decisiones sobre lo que va a ocurrir en ese espacio. “We pass too quickly through this place of birth and death” es una invitación a aceptar lo frágil, perecedero y breve.

PEANA

Hasta el 1 de abril

Tlaxcala 103, Roma Sur,

Cuauthemoc, 06760. CDMX

Lunes – Viernes, 11am – 6pm

Sábado, 11am – 4pm

https://peana.co

ARTE

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