Federico Silva, lucha y fraternidad 

Alborada. Federico Silva (Ciudad de México, 1923) | Alborada, 1978 | Aluminio, madera y acrílico | 34 x 22 x 22 cm | Museo Federico Silva Escultura Contemporánea.

En el Museo del Palacio de Bellas Artes se presenta una retrospectiva de la trayectoria artística de Federido Silva, la cual es también una revisión histórica de su obra producida a lo largo de ocho décadas. La muestra consta de más de 150 piezas, entre las que se encuentran pinturas, estudios murales, gráfica, proyectos editoriales, esculturas, aparatos cinéticos, móviles y películas.

El proyecto se realizó a partir de un diálogo constante con el artista, lo que resultó un ejercicio inédito, pues hasta el momento no se habían reunido obras de sus principales etapas en una sola exposición, apostando así por una lectura sintética para propiciar una experiencia sensorial. Para Silva la destrucción, física o metafórica, ha sido paradójicamente la fuerza que ha posibilitado su creación. Si bien esta fuerza ha permitido la renovación constante de su lenguaje estético, también ha dificultado el estudio y la difusión de su trabajo, en específico de las etapas más tempranas de su obra.

 Esta muestra también nos remite a un ciclo iniciado en 1945, cuando, como asistente de Siqueiros, Federico Silva trabajó en la realización del mural Nueva democracia, pintado para el Museo del Palacio de Bellas Artes, recinto que hoy le rinde homenaje y lo vio emerger como un artista libre, poseedor de una vitalidad inigualable y de un lenguaje múltiple. 

El concepto curatorial estuvo a cargo de Joshua Dalí Sánchez González, investigador y curador, y por Xavier de la Riva Ros, jefe de Curaduría del recinto de la Red de Museos del Inbal. 

Preludio de la noche sumergida 
Federico Silva (Ciudad de México, 1923) | Preludio de la noche sumergida, 1996 | Acrílico sobre tela | 214 x 226 cm | Colección La Estrella.

En el primer núcleo, Del realismo a la abstracción (1945 – 1968), se presentan los primeros años de creación artística de Silva, en los que el contexto sociopolítico mundial, indudablemente se convierte en un eje rector para el desarrollo de su obra. Las piezas dan cuenta de la diversidad de formatos y materiales con los que trabajó en este periodo, con frecuencia relacionados con la Escuela Mexicana de Pintura y el movimiento muralista 

En el núcleo dos, La subversión por la forma (1968 –1983), aborda el periodo cinético en el que conjugó el arte y la ciencia para experimentar con el movimiento, la luz y el color. De 1968 a 1983 construyó esculturas manipulables, transitables, suspendidas y desplegables; aparatos cinéticos con la capacidad de generar efectos visuales producidos por objetos lumínicos; y máquinas activadas por energía electromecánica, solar, eólica e hídrica. 

 Aparato cinético VIII 
Federico Silva (Ciudad de México, 1923) | Aparato cinético VIII, ca. 1969-1973 | Acrílico y sistema mecánico eléctrico | Colección La Estrella

En el tercer núclo, Esculpir el tiempo, flechar la luz (1986 –1998), se aprecian pinturas y esculturas asociadas con su periodo monumental. En ellas predominan las figuras geométricas en la composición y el uso de materiales como piedra, mármol, acero y madera, en las que el tiempo es uno de los temas centrales, pero visto desde una dimensión mítica e inspirado en la iconografía mesoamericana y aridoamericana. 

En la última parte, Escritura y ejercicios plásticos recientes (2003 – presente), se aborda su práctica artística encaminada hacia la escritura, como lo muestran sus tres autobiografías: Cuadernos de Amaxac. A fin de cuentas, el arte arde en el infierno (2006), Dos x tres. Crónica. Apuntes autobiográficos (2010) y México por Tacuba (2013). Incorporó también en su práctica artística el uso de la computadora y software de postproducción. Estas imágenes también han servido como base para sus pinturas más recientes impresas sobre lona y, posteriormente, intervenidas con pintura. 

Hasta el 2 de abril de 2023

http://museopalaciodebellasartes.gob.mx/federicosilva-prox/

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