La muestra explora la relación del poeta e intelectual mexicano con las artes plásticas japonesas y da a conocer su labor como coleccionista y promotor de la cultura del país asiático en México, a partir del estudio de los textos sobre arte japonés que escribió en diferentes momentos de su vida, así como de un número importante de fuentes materiales y documentales que han sido localizadas, identificadas y analizadas para esta exposición.
A José Juan Tablada (1871-1945), reconocido poeta, crítico y difusor de las artes, coleccionista y cronista mexicano, se le atribuye, entre otras aportaciones, la introducción del haikú (poemas cortos japoneses) a la lengua española. Desde muy joven, su fascinación por Japón lo llevó a viajar a ese país en el año 1900, y a partir de esa experiencia, los temas japoneses nunca más se separaron de su obra y de su vida. De hecho, el título de esta exhibición se refiere precisamente al número de registro migratorio de su entrada a Estados Unidos procedente de Japón.
Dividida en cuatro núcleos temáticos y bajo el concepto curatorial de Amaury A. García Rodríguez, director del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México,Pasajero 21. El Japón de Tablada representa ocasión única para apreciar, no sólo parte de las colecciones que todavía se conservan y que Tablada reunió a lo largo de su vida, sino también para conocer las fuentes de las que alimentó su trabajo creativo. En este espacio se presenta material documental sobre su viaje a Japón, además de documentos y fotografías de su archivo personal y de otros acervos que permitirá al público completar esta otra faceta de la vida privada y profesional del poeta, que no había sido expuesta al público sino hasta ahora.
Entre los artistas creadores de las obras que conforman la muestra se encuentran: Katsushika Hokusai, Utagawa Hiroshige, Miguel Covarrubias, Toyohara Kunichika,Watanabe Shōtei, Ohara Koson, Utagawa Kunisada y, por supuesto, José Juan Tablada.
Encuentros con Japón es el nombre del primer núcleo que integra esta exposición. En esta sección se muestran diversas estampas ukiyo-e con la temática de mujeres bellas. Cabe mencionar que este tipo de imágenes alimentó el exotismo orientalista que caracterizó buena parte de la literatura modernista de finales del siglo XIX; dicho fenómeno se dio tanto en Europa como en México e influyó a Tablada. La pintura y la literatura occidental de esos años estaban plagadas de imágenes de mujeres erotizadas, que a su vez tomaban como inspiración aquellas que se representaban en las estampas japonesas.
Esta primera sección de la muestra está subdividida en dos partes: Sus libros y sus dibujosy El viaje a Japón. Además de su amor por la lectura, Tablada mostró desde temprano su talento para el dibujo. Varias de las ilustraciones y acuarelas que el artista creó pertenecen a esos años iniciales. Sus temas son diversos y, en algunos casos, se basan en imágenes de libros que él había adquirido para su biblioteca. Actualmente, estas obras se resguardan en el Archivo Gráfico Tablada del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. Algunas, de inspiración japonesa, también se exhiben por vez primera en esta sección de la exposición.
A lo largo de los años se debatió mucho sobre la veracidad del viaje que Tablada realizó a Japón. En la actualidad es posible demostrar que el poeta estuvo en Yokohama, Japón, de julio a diciembre de 1900, fue entonces que escribió parte importante de sus crónicas japonesas. Gracias a los registros de migración norteamericanos se puede comprobar que Tablada entró a San Francisco en el barco America Maru, proveniente de Yokohama, el día 22 de diciembre de 1900.
Utagawa Hiroshige (1797-1858) fue uno de los más conocidos pintores e ilustradores de la estampa japonesa de la primera mitad del siglo XIX; y es justo a él a quien se dedica el segundo apartado de esta exposición: El caso de Utagawa Hiroshige. Junto con otros ilustradores del ukiyo-e, Hiroshige ganó notoriedad entre los artistas e intelectuales europeos, sobre todo franceses, quienes coleccionaron y escribieron sobre las xilografías japonesas, que además utilizaron como fuente de inspiración para su obra.
Tablada, quien fue admirador del japonismo francés se autopresentó como su continuador desde este lado del Atlántico. Años después de haber escrito y publicado su libro sobre el artista, titulado Hiroshigue. El pintor de la nieve y de la lluvia, de la noche y de la luna, Tablada organizó una exposición y un ciclo de conferencias dedicados al pintor e ilustrador japonés. Esta exhibición, inaugurada en el Palacio de Bellas Artes el 23 de marzo de 1937, fue ampliamente promocionada por la prensa de entonces. Se sospecha que las piezas exhibidas eran de su colección, pero aún se desconoce cuáles fueron expuestas.
En Tablada: promotor, crítico y coleccionista, tercer núcleo de la exposición, se revalora una de las facetas más conocidas del poeta mexicano, la de coleccionista. En numerosas ocasiones Tablada menciona el estudio de su casa de Coyoacán donde atesoraba libros, estampas japonesas y objetos de arte. Es precisamente en esta sección donde se pueden apreciar piezas y fotografías como, por ejemplo, en la que aparece el poeta sentado en su escritorio flanqueado por un biombo con estampas de Sharaku.
Japonismo mexicano es el nombre de la cuarta y última sección de la exposición. En varios pasajes de su diario Tablada menciona las visitas que mantuvo con diversos jóvenes artistas plásticos. Con ellos debatía sobre arte japonés, admiraba grabados ukiyo-e y otros libros ilustrados. Ocasionalmente dichos artistas compraban estampas japonesas, ya fuera para sus propias colecciones o para dar a Tablada. Algunas veces el poeta encontraba en las obras de estos jóvenes artistas mexicanos aspectos que le recordaban a pintores o ilustradores japoneses específicos; otras, veía en el arte del país asiático elementos clave que moldeaban su propio ideal de cómo debía ser el arte mexicano moderno.
En esta última sección se incluyen algunas obras de pintores mexicanos de la primera mitad del siglo XX que tuvieron contacto con Tablada.
Pasajero 21. El Japón de Tablada está acompañada por un libro, que presenta al público una faceta poco explorada de este poeta y cronista mexicano que vivió la transición finisecular hacia el modernismo y las vanguardias del siglo XX.
Los tres especialistas que abordan a Tablada desde sus respectivas áreas de la investigación son: Rodolfo Mata, quien desde el campo literario expone la controversia de su viaje, la integración de temas japoneses en sus crónicas y su influencia en la poesía hispanoamericana, por haber sido el primero en introducir el haikú a la poesía en español; Amaury A. García Rodríguez, creador del concepto curatorial que muestra, a partir de las artes visuales japonesas, la recuperación de las fuentes francesas e inglesas de las que el poeta se nutrió para construir su propia visión de Japón, y la conformación de su colección; y Luis Rius Caso, quien presenta a Tablada desde su labor como difusor de ciertos artistas mexicanos, como Jorge Enciso, José Clemente Orozco, Alfredo Ramos Martínez y Gerardo Murillo Dr. Atl, en los que notaba una sensibilidad parecida a la de artistas japoneses, particularmente por apoyar la transformación a un arte enraizado en su propio contexto cultural. La publicación está ilustrada con imágenes de las acuarelas, fotografías, estampas japonesas ukiyo-e pertenecientes a su colección, dibujos, notas periodísticas y crónicas del propio Tablada.
Hasta el 31 de octubre