
El teatro es como el silencio. Cuando se habla de él desaparece.
Peter Brook.
Por lo regular uno no sabe a dónde llegará cuando se comienza a emprender la aventura de la vida; de niños incluso hemos soñado con ser astronautas y terminamos siendo abogados por ejemplo. En el arte es similar, cuantos de niños no estimábamos estar dentro del mundo de las bellas artes y, con los años despertaríamos un día y estaríamos inmersos hasta la medula, ya sea pintando, dirigiendo o escribiendo para una de las causas de fascinación más grandes que pueden existir en este plano terrenal e incluso, tal vez después de dejar este plano. En fin, el hecho es continuar y ver hacia donde llegaremos, eso sí, hacerlo de la mejor manera.
En ocasiones, y si bien nuestro azar quizá es responsable, las virtudes por las que el destino nos ha guiado nos hacen merecedores de gran reconocimiento, las luces voltean hacia nosotros, nos consolidamos en lo nuestro, y así, de este modo es que la historia del ser humano se ha ido escribiendo desde el inicio.
Siendo Peter hijo de judíos rusos emigrados a Inglaterra, llegó a convertirse en una de las figuras teatrales más importantes del siglo pasado. A partir de que tomó estudios en la Westminster School, en la Escuela Gresham y, tras graduarse en Artes en la prestigiosa Universidad de Oxford, con apenas veinte años; en 1945 comenzaba a dirigir sus primeras obras teatrales. De este modo es que inicia su camino en el teatro, pero también en el cine y la ópera.
Este pionero del teatro experimental británico, en los años 1947 y 1950 fue director de la Royal Opera House y en 1962 entró en la Royal Shakespeare Company donde desarrolló obras como «El rey Lear» o «El sueño de una noche de verano». Un poco más adelante, en 1970 daría un giro a su vida y a su obra interesándose por el teatro asiático y africano, motivo que lo inclinó a crear un centro de investigación en París, el Centro Internacional de Investigación Teatral, del que actualmente es director.
En 1985, presentó «Mahabharata», un montaje teatral de seis horas de duración, obra con la que para muchos logró su consagración definitiva. Entre sus últimos trabajos destacan «Sizwe Banzi est mort» (2007), «Eleven and Twelve» (2009) y «Warum Warum» (2010). Peter Brook ha llegado a dirigir óperas de Bizet o Debussy para el Covent Garden de Londres y la Metropolitan Opera House de Nueva York y películas como «El señor de las moscas».

Por todo esto y más es que el director teatral Peter Brook nacido en Londres en el año de 1925 ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de las Artes 2019, según ha dado a conocer el jurado del galardón, reunido en Oviedo. A la edición de este año concurrían cuarenta candidaturas de diecisiete nacionalidades diferentes
El criterio de dirección de Peter Brook es uno de los más deslumbrantes e influyentes del teatro contemporáneo. Su labor ha sido distinguida con dos premio Tony por Mejor dirección, uno por «Marat/Sade» y otro por el «Sueño de una noche de verano» de William Shakespeare. También destacan sus obras «Medida por medida» (1950), «La tempestad» (1955) o «La visita» (1958), además de «Timón de Atenas» (1974), «Ubu Rey» (1977), «La conferencia de los pájaros» (1976) o el «El jardín de los cerezos» (1981). Según el jurado, Brook «abrió nuevos horizontes a la dramaturgia contemporánea, al contribuir de manera decisiva al intercambio de conocimientos entre culturas tan distintas como las de Europa, África y Asia» .El dramaturgo inglés, añade el acta, «continúa emocionando de forma intensa a través de puestas en escena de gran pureza y simplicidad, fiel a su concepto de espacio vacío».
Brook cuenta asimismo con una faceta de escritor. Publicaba su autobiografía «Hilos del tiempo» en 1998, que se unía a su bibliografía con títulos destacados como «The Empty Space» (1968), convertido en un texto fundamental sobre teatro moderno y publicado en más de 15 idiomas; «Evoking (and Forgetting)», «Shakespeare (2002)», y «There are No Secrets» (1993).
Caballero de la Legión de Honor de Francia y comandante de la Orden del Imperio Británico, Peter Brook es doctor «honoris causa» por varias universidades y miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias. Entre los galardones recibidos por Brook, además de los mencionados Tony, destacan Emmy, Molière, Laurence Olivier, etc. entre otros muchos reconocimientos.