
El Museo Nacional de Arte, fortaleciendo su misión con la preservación, exhibición y difusión de sus colecciones representativas de producción artística en México, al tiempo que hace una revisión de sus fondos, tiene el placer de presentar la exposición ATL, tierra, viento y fuego; sublime sensación, cuyo discurso se encuentra fincado en el paisaje panorámico, vertiginoso, orográfico y telúrico. Esta muestra se organiza a partir de una selección del Fondo Atl adjudicado al recinto por el INBAL en 2007.
ATL, fuego, tierra y viento; sublime sensación, se nutre de una selección de 70 dibujos a lápiz y al carbón realizados por Gerardo Murillo (Dr. Atl), sustraídos de la adjudicación Atl de 147 obras sobre papel al Munal el 17 de diciembre de 2007 y procedentes de los fondos artísticos y nacionales del INBAL. Esta muestra estuvo a cargo del curador del acervo del siglo XIX del Museo Nacional de Arte Víctor Rodríguez Rangel, cuenta con 104 piezas pertenecientes al acervo del Munal, cinco piezas de colecciones particulares y otra más del Museo de la Acuarela.

Los núcleos temáticos pretenden abordar el telúrico acontecimiento del nacimiento y erupción de Paricutín, ubicado en el estado de Michoacán, durante los años de 1943 al 45. La fase paisajística del Dr. Atl, en asociación con sus aficiones por la geología, la vulcanología y la expresión misma del poder de la naturaleza, que alimentaba su inquietud filosófica y mística, se manifiestan en inigualables producciones artísticas de dramática y expresiva esencia. El seguimiento y observación del Dr. Atl, realizada día a día sobre este fenómeno que acaparó la atención mundial, está presente en ciertas piezas con acotaciones sobre el registro del desarrollo de la actividad del volcán, propias de las ciencias naturales.
A este importante conjunto pictórico de monumentales paisajes del Dr. Atl se suman producciones plásticas de Eugenio Landesio, José Ma. Velasco, Carlos Rivera, Cleofas Almanza, Joaquín Clausell, Francisco Goitia, Luis Nishizawa, Pedro Flores, Mario Almela y Jorge Obregón, formando así una secuencia de casi un siglo y medio (1870 – 2016) que se descifra con naturalidad, entendiendo las sutiles modalidades conceptuales, estilísticas y técnicas propias de las asociaciones de los maestros con sus contextos artísticos.
La exposición de un conjunto amplio de este importante lote no había tenido lugar en el Museo Nacional de Arte como una exhibición autónoma, esto hace que la producción pictórica como acento de los cuatro órdenes temáticos llegue a resultar espectacular para quienes visiten ATL, fuego, tierra y viento; sublime sensación. Dos polos opuestos como son la violencia volcánica y la serenidad campestre y alpestre, incitarán al público a contemplar serenos panoramas bucólicos de valles, nevados y bosques montañosos plasmados por diversos artistas mexicanos. A la par de los señoriales lienzos y meticulosos trabajos dibujísticos de un artista patrimonial, considerado monumento histórico y artístico de México, como el Dr. Atl, se apreciarán estudios preparatorios para sus composiciones paisajistas en un ejercicio que revelará otra importante faceta de su producción.

La enérgica interpretación artística del violento nacimiento y desarrollo del Paricutín da pie a escenas “dantescas” de fuego, gases y lava. Las claves del paisaje “sublime”, son destacadas en estos panoramas y vistas que más que dantescas, amenazantes o violentas sensaciones, trasmiten al espectador las sugestivas cualidades poéticas y naturalistas no sólo del Dr. Atl, sino de exponentes como Cleofas Almanza, el último gran genio del paisajismo académico decimonónico en la línea Landesio-Velasco-Almanza; a lo que se agrega la contemporánea y fresca visión de Mario Almela.
Diez dibujos al carbón y al grafito, piezas con acotaciones puntuales, croquis y panoramas cargados de inscripciones sobre fechas y características de la manifestación volcánica y telúrica guardan un fascinante vínculo entre las anotaciones científicas de un geólogo o vulcanólogo y el inigualable acento plástico y sugestivo del Dr. Atl como paisajista nato.
A partir del monumental óleo Paisaje con volcán, de la colección Maricarmen y Jorge Ramos, se hace un correlato curatorial en este espacio con ocho dibujos, impresos y un cuerpo de fotografías. Además de la pintura La sierra del Dr. Atl y Gigantes de México de Pedro Flores.
VÍCTOR RODRÍGUEZ RANGEL
Curador de las colecciones del siglo XIX del Museo Nacional de Arte desde 2013, y fue investigador del Departamento de Estudio del Acervo y curador de los gabinetes de estampa y fotografía en el mismo museo desde 2003. Cursó la maestría en historia del arte en la UNAM y es licenciado en Historia por la misma universidad, al tiempo que cursó la licenciatura en arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, ENAH. Realizó prácticas profesionales en el área del siglo XIX del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.
Ha sido curador de múltiples exposiciones en MUNAL y en otras sedes de la capital y del país, entre las que destacan “Félix Parra. Visionario entre siglos”, “Territorio ideal. José María Velasco”, “De la piedra al barro. Gliptoteca, escultura mexicana siglos XIX y XX”, “Discursos de la Piel. Felipe Santiago Gutiérrez”, y “Saturnino Herrán y otros modernistas”. Ha sido conferencista en numerosas museos y universidad mexicanos. Asimismo, es profesor de Arte mexicano del siglo XIX, en el Diplomado de Estudios Mexicanos del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM.
la muestra estará abierta al publico del 11 de abril hasta el 2 de julio en el Museo Nacional de Arte. Ubicado en: Calle de Tacuba 8, Centro Histórico de la Ciudad. de México, Centro, 06000 Cuauhtémoc, CDMX .