
La música va más allá de todo, es un alimento para el alma, es una medicina y una ventana para ver más lejos de los que la vista puede llegar. En lo personal, es la música una de las cosas que me han salvado la vida, me han llevado y traído de muy lejos; es justo la mezcla de los sonidos con el tiempo lo que han llegado a meterse muy adentro de mi espíritu y al mismo tiempo me ha llevado a tener reflexiones bastante profundas con respecto al mundo de hoy.
Y todo el universo puede bien caber en una canción; en esa fusión entre ritmo, melodía y armonía que a la par de una letra maravillosamente descifrada puede entrar en cada uno de los sentidos, y entonces la canción se convierte también en la llave de una puerta sinestésica hacia el inconsciente. Una canción también es una plegaria, no solo a un dios que quizá aún no encontramos, puede que la canción sea una súplica, una petición y un regaño para la misma humanidad, pues es más que lógico que no nos hemos portado del todo bien, y lo merecemos. Es entonces que el intérprete nos hace ver, sentir, estar y ser uno con la música y el mensaje; es ahí donde quizá sentimos empatía con lo que otra persona tiene dentro suyo y donde también podemos conectarnos con más individuos que se perciben igual, y es entonces que la música logra que todos vibremos al unísono.
El año pasado, nosotros los melómanos nómadas del sonido, tuvimos la dicha de escuchar el álbum más reciente de uno de los grandes maestros de la música latinoamericana, hablamos del inigualable Gustavo Cordera quien de la mano con La Caravana Mágica concibieron “Entre las Cuerdas” un proyecto que rebasa los límites de todo sentido, llegando a convertirse en un álbum que nos guía en un proceso catártico personal; pero al mismo tiempo evoca a la reflexión como ciudadano del mundo. Para mi realmente es un material discográfico que me conmovió hasta lo más hondo, que me hizo seguir cuestionándome sobre mí mismo y sobre el presente en el que vivo.
Y es que desde la primer canción titulada “Un Abuso” la mente comienza a trabajar esas imágenes que por lo reglar no queremos ver, notamos en absurdo del mundo y como nos trabaja como sociedad; escenas fuertes que con canciones como esta podemos meditar dentro de la consciencia. Sin embargo, canciones como “Lo Verdadero” y “Ya no Quiero Castigo” envuelven a uno en su propia memoria, las preguntas acerca de nuestro pasado, presente y futuro se hacen presentes, quizá puede que en algún momento de la canción surja alguna respuesta que nos de alivio.
En “Tras tus Ojos” todo cambia, en cierta manera es una declaración de amor muy poco habitual debido a que estamos siempre condicionados a expresar nuestro amor solo hacia la belleza, negando así la existencia de la otra cara de la personalidad humana, y esa cara también merece recibir un amor más que incondicional. Conforme el disco avanza encontramos un clímax que nos carga de energía, “Soy Campeón” es una de esas piezas que necesitas escuchar después de una tormenta, antes de hacer un examen o cada día al despertar ya que tanta buena vibra no puede dejarse pasar así como así, esto también sucede con “No nos Culpen Más” penúltima canción del álbum que a su vez llega a ser un decreto para el inconsciente colectivo en el día a día.
La última canción titulada “Devolución” creo que es menester dejarla en la incógnita, seria Horrible de mi parte ser de esas personas que cuentan el final de una historia. No obstante quiero recalcar que a pesar de que la percepción del álbum es más personal que critica, se de antemano que lograran tener cierta empatía con mi percepción.
La primera vez que vi al “Pelado” Cordera yo estaba muy joven, yo era uno de esos que se la pasaba de concierto en concierto (a la fecha), entonces tenía más condición física. Recuerdo perfecto que mis dos de mis tres amigos inseparables y yo corríamos hipnotizados por la voz de Gustavo quien en ese entonces estaba aun con La Bersuit. Mi memoria aun no me falla recuerdo que fue por culpa de mi amigo Uriel que no alcanzamos a escuchar la primera canción de ese concierto.
Tiempo después tuvimos la oportunidad de ver de nuevo a cordera con La Bersuit, y fue el mismo amigo que cometió la osadía de que por su culpa no escucháramos la misma canción que en el primer concierto, por cierto me refiero a “un parto”. Esta anécdota hizo que en mi sentir existiera la necesidad de escuchar por vez primera esa canción en vivo en la voz del “Pelado”, y confío y que pasará, más ahora que tengo a la compañera perfecta para escucharla, y que seguro irán también esos tres amigos, pero ya no confiaremos en las distracciones del culpable de las veces anteriores.
Mientras llegue ese día, agradezco a Cordera por todas y cada una de las letras y las melodías, ya que desde “Como Nada Puedo Hacer” hasta canciones nuevas como “Redención”, gracias por interpretar canciones como “AL Olor del Hogar” (una canción que ha llegado a ser mi biografía), o “Una Muchacha y Una Guitarra”, Gracias por la lucidez de tus letras y el coraje que hay en ellas, y sobre todo gracias por hacer que tu música acompañara mi adolescencia. Enhorabuena por tu nuevo álbum, pero aún me debes una canción.