“Soy un ser incomprendido a quien ahoga el volcán de pasiones, de ideas, de sensaciones, de pensamientos, de creaciones que no pueden contenerse en mi seno, y por eso estoy destinada a morir de amor, del único amor para soportar el cual mi alma fue creada y para el que debo ser la vestal más fiel en mi templo sagrado de amor”.
Nahui Olin.
Hablar de una de las artistas más apasionadas y enigmáticas de la escena cultural en el México de los años veinte no es tarea fácil, se necesita sumergirse en el entorno de su época, en la vida de aquellos años, en la nostalgia de un México apenas saliente de la revolución, en recuerdos de Soto y Gama y los Flores Magón, en paseos en el quiosco morisco y ¿por qué no? En las noches en el ex convento de la merced, pero también se necesita hablar de parís, de los amores que van y vienen, de aromas y colores que adornan los paisajes de las postales, las cartas perfumadas, se necesita hablar también de volcanes.
El museo nacional de arte presenta La mirada infinita de Nahui Olin, a cuatro décadas de la muerte de una de las figuras más versátiles de la historia del arte del siglo XX en México como lo es María del Carmen Mondragón Valseca. Bajo la concepción original de Tomás Zurián y la adaptación curatorial de Mariano Meza, la muestra nos ofrece una visión de Nahui Olin dentro de la historiografía mexicana con mas de 250 obras nacionales que van desde pinturas, dibujos, caricaturas, acuarelas, impresos y fotografías, tanto de Carmen Mondragón como de Gerardo Murillo Doctor Atl, Jean Charlot, Alfredo Ramos Martínez, Edward Weston, entre otros.
El MUNAL propone una exposición que trascienda aquella percepción donde Nahui Olin crezca ante nuestros ojos y nos confronte con los suyos a través de varias de sus facetas artísticas. Al respecto Tomás Zurián afirma que “acercarse a Nahui Olin es comenzar a descubrir un universo inédito, inesperado extraño, complejo, fascinante, y en la medida en que lo vamos entendiendo, infinitamente bello. Redescubrirla implica penetrar en su amplio espectro crítico que nos permite admirarla, ponderarla, venerarla y cuestionarla, todo cabe en el ilimitado universo de esta mujer que arribó a este mundo para agitar sus valores éticos y estéticos.”
Carmen Mondragón y la síntesis plástica:
Así se titula el primer apartado de la exposición que narra la incursión de Nahui Olin a las artes plásticas, y a su vez muestra la inquietud intelectual compartida con Manuel Rodríguez lozano, quien fue su esposo durante los años de la primera guerra mundial. En este bloque se puede apreciar el arte intuitivo y la caricatura como formas de expresión acogidas por la artista así como la manifestación a través de sus trazos.
Nahui Olin la ciencia como utopía moderna:
Es el segundo bloque de la muestra donde se puede apreciar su paso por la academia de san Carlos, así como su interés por las ciencias y las vanguardias, las cuales quedaron de manifiesto en sus escritos, poemas y parte de su obra plástica. Del mismo modo que puede uno notar su relación con Gerardo Murillo Dr. Atl quien la nombra como Nahui Olin (del náhuatl: “el cuarto movimiento del sol”).
El cuerpo como expresión inmanente:
Un núcleo donde se realzan las colaboraciones que tuvo con otros pintores, dibujantes y fotógrafos que tomaron su belleza y creatividad para conformar innumerables piezas de arte donde sobresalen Desnudo de Nahui Olin entre otras. La utilización del cuerpo y la desnudez manejados como vehículos creativos de su manifestación artística.
La materialización del recuerdo:
El último bloque de la muestra donde se puede vislumbrar la intención de ver la realidad por medio de obras inspiradas en el arte popular en la que resalta tanto una estilización del color como de la materia; en escenas de la vida cotidiana en la ciudad de los palacios y otros lugares del mundo como las corridas de toros, las pulquerías, los bailes, el zoológico, el teatro Lírico, entre otros sitios donde Carmen, ya sea en su infancia en parís o en su plenitud recorriendo el mundo con grandes amores, se retrata a manera de perpetuar todo ese amalgama de memorias que han sido debeladas ante nuestros ojos. .
Nahui Olin la mirada infinita; es una exposición creada con acervo del MUNAL así como de instituciones museísticas y colecciones privadas, como el Museo de Arte Moderno, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, Museo Casa Diego Rivera de Guanajuato el Museo del Estanquillo, el Banco Nacional de México, las colecciones Tomas Zurián, Andrés Blasiten, Pérez Simón, entre otros.
Museo Nacional de Arte
Calle de Tacuba 8, Centro, 06010 Cuauhtemoc, CDMX.